A través de un amigo de los viejos montañeros de Jaén y las indicaciones de mi amigo Marco, me comento de la existencia de un pequeño abrigo en el mismo barranco del arroyo de los Miradores, en el cual se refugiaban y hacían noche, cuando la cueva de la Nava estaba ocupada o querían algo de intimidad.
Tiene una oquedad utilizada a modo de despensa, curiosamente había
unos restos de botas militares y algunas botellas antiguas.
El abrigo no es muy grande, pero lo suficiente para cobijarse de la
lluvia y el tiempo dos o tres personas.
Se encuentra en un paradisiaco entorno, en una pared del intrincado
barranco, justo en la base del cerro Cagasebo, a tan solo unos metros
del arroyo, rodeado de grandes roquedos.
La sierra del Manar recibe su nombre por manar el agua de las entrañas de la misma montaña.
Dispone de una red de senderos bastante amplia, de los cuales algunos son los vamos a disfrutar en esta ruta.
Partimos desde la parte alta del pueblo de Padul, un panel indicativo
nos indica el comienzo de la misma.
Caminaremos por una pequeña pista hasta enlazar con un cortafuegos para
introducirnos en un pinar por un sendero. Aunque la ruta tiene un
desnivel significativo, no se nos hace dura, ya que el camino va haciendo tongas para superar el desnivel relativamente cómodo, tras pasar parte del sendero de los Gudaris, este camino lo construyeron los presos vascos, durante la guerra civil, encontraremos una bifurcación, en la cual nosotros tomaremos a izquierda en busca del mirador del padre Ferrer y la cruz de la Atalaya.
Tras visitar la cruz y el mirador, proseguimos hacia un collado con un gran hito, más adelante una fuente, la de Albatrales nos anuncia la empinada subida por el sendero del mismo nombre, con una fuerte pendiente.
A partir del cortijo del Manar o de los Gabinos, el terreno se suaviza un poco, encontraremos otra bifurcación, a derecha que nos subiría hasta piedra ventana, pero hoy la dejamos de largo, ya que la hemos visitado en otras ocasiones.
Rodeamos la silleta del Manar, para enlazar con el camino alto de los Gudaris, descendiendo por este precioso camino, hasta entroncarnos con la pista que nos acompañara durante un par de km, de nuevo tomamos otra senda, la de las Canteras, en algunos tramos volada, atravesando varios barrancos y ramblas.
Una vez en el barranco del Volaero visitamos las minas de Isabelita de Wulfenita.
Y tan solo queda volver por lo andado al comienzo de la ruta.
Bonita Ruta por antiguas veredas de la sierra del Manar.
Camino de los Gudaris
Camino de los Gudaris
Hacia el mirador de Ferrer
Cruz de la Atalaya
Monolito
Fuente de Altatrales
Camino de los Albatrales
Sendero de las Canteras
Casa de las minas de Isabelita
Minas de Isabelita
Barranco del Volaero
La ruta aventurera de hoy, la comenzaremos pasado el cortijo Moralejo, justo en un vado, la mayoría del recorrido será sin camino definido, ya que atravesaremos tres barrancos, el del polvero de Navalayegua, el del cobertero y del parral, el paraje es una verdadera maravilla, y se encuentra muy cerca de una de las joyas de la sierra sur de Jaén, la cual se puede añadir a la ruta, es el barranco del los tejos ...A lo largo del recorrido nos acompañara uno de los mejores bosques mediterráneos, posiblemente de toda Andalucía, junto con el verdor, y el agua de los arroyos ocasionado por las lluvias de estos últimos días harán la delicia de los caminantes.
Dicho esto comenzamos la ruta. Junto al inicio se encuentra la nava del pasillo... Seguimos rio arriba con el susurro del agua cristalina hasta llegar a una bifurcación de barrancos, nosotros tomamos el de la derecha que se llama del cobertero, un angosto y agreste barranco que hará que durante el avance tengamos que utilizar tanto pies y manos, en algunas ocasiones tendremos que abandonar el cauce por lo dificultoso del avance, tras abrirse una gran cerrada ya divisamos el cortijo navalayegua y su majestuosa encina, en este punto tomamos una vieja senda que intuyo que fue un importante camino dada su anchura y refuerzos mamposteros que se dirige hacia el puerto del polvero de navalayegua, veremos desde arriba todo el espeluznante camino que hemos realizado anteriormente por la cerrada del barranco.
Llegando al puerto el paisaje cambia totalmente, aquí veremos grandes albarradas para aterrazar el terreno suavizándolo seguramente para la plantación
de cereal, de nuevo nos introducimos en otro barranco, el barranco del parral, esta vez en descenso, al principio el agua se filtra..... Se ve que por aquí también se cultivaba, ya que todo el cauce esta protegido por largas y grandes albarradas protegiendo los laterales del cauce, un poco más abajo el agua vuelve a aparecer, de nuevo .... Una gran nava por fin nos hace fácil caminar, hasta que llegamos a la guinda de la ruta, el arroyo se introduce en unas estrechuras formando grandes saltos de agua. Cascadas, pozas marmitas ....... En su momento hice este barranco entero desde arroyo Valdearazo y os puedo asegurar que es una maravilla aunque muy dificultoso.... Proseguimos por una senda bien definida rodeando varios cerros hasta llegar al cortijo de los barrancos y su fuente tan solo quedándonos unos metros al inicio de la ruta, a veces nos desplazamos muchos km.. Para hacer rutas ...Y tenemos a tan solo escasos km de coche esta joya de sierra sur de Jaén que ya va siendo hora que tenga alguna figura de protección.
Arroyo Polvero de Navalayegua
Barranco del Cobertón
Viejo camino del Polvero a Navalayegua
Barranco del Parral
