LA VIDA EN LOS CORTIJOS DE LA SIERRA SUR DE JAÉN CORTIJO SOLEDAD
Esta es una visión de como transcurría la vida cotidiana en los cortijos
de nuestra sierra.
Podría haber sido cualquier cortijo de cualquier rincón.
En un principio me llamo mucho la situación y la belleza del entorno
donde se ubicaba, por ello y por toda la información facilitada por el
nieto de la dueña del cortijo va a ser en el que nos vamos a centrar,
pero como digo podría haber sido cualquiera.
El cortijo Soledad se componía de dos viviendas adosadas en las cuales
vivían dos familias una de ellas Soledad y su marido Cristóbal junto a
sus ocho hijos.
Como en la inmensa mayoría tenían su era, además de las más peculiares
que he visto, con pequeñas acequias y hoyos para drenar el agua, era de
terriza.
Sus ventanas eran muy pequeñas para evitar tanto el frío como el calor,
con una cruceta haciendo de reja, el suelo era empedrado, y vivieron sin
luz ni agua, lavaban y tomaban el agua de un cercano pozo, una gran
piedra con un agujero servía como lavadero.
Cuando el pozo se secaba tenían que desplazarse a la fuente del Atanor
tanto para lavar como para coger agua en las cantareras.
Para iluminarse utilizaban los candiles, que a veces cuando el aceite
estaba ya muy usado al apagarlo, desprendía durante un tiempo un mal
olor.
Disponían de un gran horno, ya que eran autosuficientes, al cual acudían
de los cortijos de los alrededores tanto para hacer pan, como
magdalenas.
El principal sustento aparte de la siembra, que al no haber huertas
cercanas, sembraban cereales, dado que el terreno no era muy bueno, la
cebada solo crecía algo más de una cuarta y tenían que arrancarla a
mano, de ahí el refrán (eres más malo que la ceba arranca), también sembraban yeros y alverjanas de la familia de las lentejas para alimentar al ganado.
Generalmente,
poca gente tenía varios mulos para formar una Yunta para arar y roturar
el terreno, por lo que se juntaban vecinos de dos cortijos para
compartir los mulos para una yunta y realizar las labores necesarias, se
le llamaba aparcear,
aunque esta misma palabra también significaba cuando alguien te
arrendaba un terreno a cambio de parte de la cosecha.
Esas matanzas tan necesarias, las cuales se mantenían en las cámaras de
la vivienda, por regla general los jamones se vendían o cambiaban por
otro tipo de género, y el resto como panceta, costillas se salaban para
que aguantasen más, los chorizos se metían en orzas con manteca.
Soledad era una mujer de mucho carácter, necesario para sacar a sus ocho
hijos adelante, Cristóbal, su marido era más tranquilo, uno de los
hijos era Brigido el padre de Cristóbal, que más adelante se compró un cortijo en los Rasos, donde formo su familia.
En la gran era aparte de sus habituales trabajos, se realizaban bailes amenizados por el zocatillo acompañado de su acordeón, había aprendido de oídas, no tenía nociones musicales.
Una curiosa anécdota...
En un baile que se organizó, los de los cortijos cercanos no querían
que se corriese la voz mucho, para que no viniesen de otros lugares a
quitarles las mozas, y el recovero paso la información del baile a los
valdepeñeros, el día del baile cuál fue la sorpresa que estaba la era
llena de gente, con el consiguiente disgusto de los mozos de cortijos
cercanos, el recovero se le apodada Rabigordo.
Recuerda mi amigo Cristóbal que las clases las daban cada día en un
cortijo diferente, el maestro se llamaba Cristóbal y su apodo era
Ciruela, previamente quedaban cuál iba a ser el cortijo para así
prepararlo para ese día, la llamada que utilizaba el maestro era un
silbato, raudos y veloces acudían todos a la casa que habían convenido
anteriormente, la casa de Mamasole como así la llamaban, constaba de unas cuadras a la izquierda y a derecha una sala con cocina o lo que hacía
de cocina comedor y tres habitaciones contiguas a las cuales se
accedían de una otra por la misma habitación, la parte de arriba estaban
las cámaras que no se usaban de vivienda, servían despensa y para los
avíos de la matanza.
Hoy día ya solo quedan unos tapiales, la era y el horno en pie, lo
suficiente para imaginar la vida de nuestros familiares no muy lejanos,
hasta los años setenta estuvo habitado el cortijo.
En este enlace podéis ver una interesante ruta por alrededores del cortijo Soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario